jueves, 19 de marzo de 2009

Pseudo-puente, pentaversario y demases


Ahí estaba yo. Sentada en un banco de madera de la Avenida Roncesvalles. Más bien acomodada a mi modo, colocándome de diferentes maneras para observar con detenimiento lo que me rodeaba: avistar esas vallas de la Plaza de Toros, tratar de recordar cómo se llamaban esos adornos renacentistas colocados sobre las rectangulares ventanas del edificio de enfrente u oteando en la lejanía el archiconocido monumento del encierro. Y es que no se me ocurrió otra cosa que echarme a la calle, cual periodista en acción, a tomar nota de lo que veía. En un principio iba a ser una rigurosa recolección de datos, pero las cosas no salieron así. Lo que iba a ser un mero ejercicio de observación rápida, estaba destinado a convertirse en un efusivo paseo. Y es que los detalles más ínfimos emocionan. Una se percata de todo lo que hay alrededor, todas esas pequeñas nimiedades que habitualmente no capta; desde luego, estoy segura de que esto es lo mío. No cabe ninguna duda: ¡cómo se puede disfrutar por el simple hecho de mirar, nada más que mirar y fotografiar, y escribir acerca de lo que está a nuestro alrededor! Lo que puede estimular una simple práctica universitaria...

Eso es lo que hice el 17 de marzo, cuando despuntaban los primeros rayos de sol de esa tarde cuasi primaveral. Y es que ese día fue el día del pentaversario, por el que sólo me queda deshacerme en agradecimientos hacia una de las personas que más dulcifica este mes de marzo, y espero siga haciéndolo los siguientes. Y ese día continuaba haciendo buen tiempo. Resulta que no, mi predicción no resultó ser tan acertada como yo creía, porque Pamplona sigue bañada de luz y empapada de calor. Obviamente, las extensiones de césped de la universidad están a rebosar de estudiantes en manga corta que adoran la buena temperatura.

Una semana extraña donde las haya, pues el pseudo-puente no ha dejado de alegrar a nadie, aunque, claramente, mucho mejor que la anterior. Digo pseudo-puente porque, en realidad, la fiesta correspondía al día de hoy (día de San José, más conocido como Día del Padre) Mañana, nanay. Pero la mayoría de los universitarios nos hemos tomado la libertad de concedernos nuestro propio día de fiesta. Al fin y al cabo, para dos horas de clase que tengo mañana... (mecanismo de auto-consolación)

Vuelta a Tudela tras casi un mes en la capital del reino. Vuelta a casa. Vuelta a los padres. Vuelta a la hermana. Vuelta a las amigas... vuelta a Arantza. Nos espera un finde completo, o al menos interesante :) (con planes todavía no definidos, pero eso es una constante, nos gusta improvisar)

Volviendo a lo de antes, qué gracioso fue cuando estaba enfocando la esquina de la calle Paulino Caballero con mi cámara (digital) prehistórica y un simpático ejecutivo (nombre que le he asignado) me soltó, escrutándome con aire interesado: ¿Me decías algo a mí?

Desde luego, ¡cuánto se desea aparecer en los medios de comunicación! ¿Y de verdad tenía yo pinta de entrevistadora para que me dijera eso?

Escuchando... Los tejados, de Cómplices



Dentro de mi amor por el guitarreo... adoro el pop de los 80-90. Eso sí que era buen pop, no el de ahora (que, para mi gusto y en general, deja mucho que desear)

2 comentarios:

Olatz Goicoechea dijo...

jajajajajajaja. Me encanta lo del ejecutivo... mucho nos dices a nosotros de que colgamos las prácticas de CIE, maja... pero tú, tú, tú... haces algo mucho peor: hablar de su preparación, es como descuartizar el texto. xDDD En fin. Bromas aparte... el pseudo-puente, para mí ha sido puente, sí, vivo bien... jajajajajaja y me encanta el detalle de "universitarios en manga corta se tuestan al sol" y la foto tuya y de Iraia con mangas largas jajajajaja. Feliz Pentaversario, a todo esto. (K)

Dani dijo...

Qué afán de protagonismo tiene la gente... (Siento que lo único que se me quede de todo lo que escribes sea las anécdotas. En ocasiones me siento culpable por ello.)

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