lunes, 16 de marzo de 2009

Con el pie izquierdo

Cuando se te echa encima un día no muy bueno... mejor evadirse con otras cosas antes que relatarlo insípidamente. Opto por dejar constancia de lo que mi amiga Iraia ha escrito sobre mí.


¿Quién me iba a decir que en mi primer día universitario iba a encontrar a una chica con unos gustos y una manera de ser tan parecida a la mía y que se convertiría en la persona que más me conocería en los próximos meses? Nadie. Pero, por suerte, esa persona apareció. Tudelana de nacimiento, vino a Pamplona para que se hiciera realidad un sueño común: convertirse en periodista.

Ella es Marta; Marta González Coloma. Una chica con la que comparto muchas cosas, pero no el físico precisamente. Parecemos Zipi y Zape en versión femenina. Tiene el pelo moreno, largo y ondulado aunque a veces hace uso de las planchas y aparece con el pelo liso. Sea como sea, luce su melena al aire o lo recoge de una manera de lo más chic pero siempre con un mechón que le llega a la comisura del labio. ¡Muy guapa de cualquier manera! Se aprecian unos ojos marrones oscuros que no se distinguen del todo en la lejanía y parecen negros. Debajo de estos preciosos ojos nos encontramos con unos graciosos mofletes, una nariz respingona y una boca pequeña con unos labios carnosos y unos dientes blancos como la nieve y alineados de una manera espléndida.

De todas maneras, la distinguirás por su forma de vestir. Acostumbra a llevar un foulard o pañuelo anudado al cuello para resguardarse del frío, como complemento imprescindible en su atuendo. Viste de manera informal; vaqueros y camisetas aunque lo combina con prendas más elegantes como son las camisas o chalecos.

Pero si la ropa no es una buena pista para diferenciarla entre los trescientos alumnos del primer curso de la Facultad de Comunicación, pronto sabrás quién es por su carácter. Se caracteriza por ser una chica muy abierta que habla de cualquier tema sin importarle el receptor. Por ello, ha conseguido muchos amigos en poco tiempo. Amigos que no pierde con facilidad puesto que valora mucho la amistad y nunca rechaza una cena o un café con sus compañeros. Siempre está con ellos y da muestras de cariño por doquier. Ellos muestran la misma actitud cuando ella tiene un momento de bajón. Esto tiene lugar porque es una persona que se preocupa mucho por cualquier nimiedad y le da muchas vueltas hasta que se soluciona.


En sus estudios es muy cuidadosa. Estudia siempre por adelantado para no agobiarse en los días previos a los exámenes y es muy perfeccionista porque no se conforma con ningún resultado y siempre intenta mejorarlos. ¡Realmente imposible, es una chica de sobresalientes! Pero, claro, esto no sería posible sin una buena organización. Todas sus pertenencias están ordenadas de una manera brillante y sabe dónde está cada cosa. Además, es muy responsable y trata de pasar todos los apuntes a limpio porque le gusta que todo esté sin ningún tachón.


Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Marta es una chica muy expresiva y cuando intenta explicar algún problema o suceso negativo que ha tenido con otra persona, se mete tanto en la situación que todos sus sentimientos salen a flote. Le cuesta controlar su enfado, y esto puede llevarle a disgustarse con otro amigo que no estaba implicado. Por otro lado, su tono de voz es muy alto y en ocasiones sin darse cuenta puede molestar a los demás porque atrae la atención de todos y no deja que se centren en sus conversaciones.


Su tiempo libre lo dedica a diferentes actividades. Le gusta combinar las más cotidianas con otras un poco rocambolescas. Le encanta adentrarse en historias encerradas en libros tan dispares como el último best seller o un libro histórico. Sin embargo, en la música es más propensa a escuchar canciones que tengan un sonido de guitarra eléctrica aunque no hace ascos a ningún estilo musical. Amante del cine, disfruta viendo cualquier película dependiendo del estado de ánimo en que se encuentre. Hay momentos en que prefiere ver una película de risa y otros en los que tiene ganas de aprender algo nuevo gracias a los films históricos. Eso sí, si eres de los que necesita un silencio absoluto en la sala y que echa miradas asesinas a aquellos que hablan durante la proyección de la película, Marta no es la acompañante ideal. A menudo hace alusión a alguna escena o diálogo que le ha parecido interesante sin darse cuenta de que lo hace en un tono alto y que puede inquietar a algún cinéfilo que se encuentre en la sala. Aunque a los amigos nos encanta esta característica suya, tan diferente a la nuestra.

En cuanto a los gustos culinarios, come de todo exceptuando la berza. Una berza que sí la come en los rollitos de primavera que pueden ser degustados en los restaurantes chinos. Debido a su afán por quitarse unos kilos, ha intentado dejar de lado manjares como el chocolate aunque sin demasiado éxito. ¿Alguien se puede resistir a estos placeres que nos da la vida? Cada cultura tiene su gastronomía y nada mejor que viajar para conocerla. Ésta también es una afición de Marta. A pesar de que últimamente viaja menos de lo que le gustaría, ha visitado otros países y ha conocido otras culturas. Países como Francia, Inglaterra o Canadá.

Estos son hobbies que todos compartimos en mayor o menor medida. Sin embargo, hay otras aficiones de Marta que no son tan comunes. Si eres una persona muy nerviosa, no es recomendable ir con ella a tomar un café. Disfruta rompiendo servilletas o terrones de azúcar como forma de entretenimiento. En el mismo lugar, en la cafetería, también encontramos otra de sus aficiones no tan populares. Empleando la observación que le caracteriza en todos los ámbitos, durante su estancia en el recinto, se fija en los comensales de las otras mesas y empieza a desentrañar los parentescos y a descubrir e imaginar las profesiones que desempeñarán dichos clientes. Una actividad curiosa donde las haya, pero que para mí no es tan extraña porque la comparto.

Esta es Marta, con sus virtudes y defectos, y también con sus aficiones. En algunos conceptos coincidimos, en otros no, pero juntas formamos un buen tándem.


¿Qué, estáis de acuerdo?

Escuchando... Sleeping with ghosts, de Placebo.



Totalmente estremecedora.

4 comentarios:

Dani dijo...

Psché... Sí. Te retrata bastanre bien, ¿no? Sobre todo, de manera breve y contundente. Cuatro brochazos y prosopografía hecha. Cinco pinceladas y etopeya terminada.
Lo clava con el tono de voz, pero olvido mencionar... ¡que no callas ni debajo del agua! Nadie es perfecto, y menos yo. Viva Iraia.

Marta González Coloma dijo...

Jajajaja, cierto es Dani, cierto es... Hablo mucho, pero eso lo da a entender :)

Veo que dominas los términos descriptivos, mi profesora de CIE estaría encantada contigo, que dice que todo el mundo se equivoca TODOS los malditos cursos. Ponen "epopeya", "elopeya", "epoteya"... pero nada de "etopeya" xD

¡Un beso!

Olatz Goicoechea dijo...

Con cariño peroooo... "Estudia siempre por adelantado para no agobiarse en los días previos a los exámenes" eso es un chiste, ¿no? jajajajaja. La descripción es bastante acertada... pero lo del "no agobio" no se lo traga nadie =) Besuusss

Marta González Coloma dijo...

Olatz,

Es cierto, estudio por adelantado para no agobiarme, pero... ¡ME AGOBIO IGUAL! Jajaja...

¡Un beso!

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